Tegucigalpa, Honduras.30 de junio de 2016.- Aun cuando la deforestación es responsable de buena parte de las emisiones de gases de efecto invernadero en la región Latinoamericana, la degradación forestal provocada por ganadería, agricultura itinerante, incendios, tala ilegal y selectiva, extracción de leña, producción de carbón vegetal y otros agentes, está recibiendo mayor atención debido a su considerable magnitud y el grave problema ambiental, social y económico que representa.
La degradación es difícil de definir y cuantificar. Difícil de cuantificar, porque obedece a muchas causas y ocurre de formas y con grados de intensidad diversos. También es difícil de definir porque la definición que se elija puede tener implicaciones políticas que no logren un consenso de enfoques comunes válidos tanto en la esfera nacional como internacional. En la región, sólo 2 países cuentan con una definición oficial de degradación, y se encuentran analizando los métodos que podrían utilizar para medir y monitorearla.
Debido a lo anterior, durante el 2016 el Programa ONU-REDD, SilvaCarbon, CATIE y el Programa Regional de Cambio Climático de USAID, apoyan la ejecución de una serie de eventos para fortalecer las capacidades de los países de la región en materia de degradación forestal. De esta forma, estas plataformas regionales de apoyo técnico contribuyen a alcanzar las metas de la Estrategia Mesoamericana de Sostenibilidad Ambiental (EMSA). Esta plataforma ha resaltado la necesidad de discutir los métodos y tecnologías para identificar, cuantificar y monitorear la degradación en los paisajes forestales, como una de sus 12 áreas prioritarias de trabajo para la región.
Los días 28 y 29 de junio del 2016 se llevó acabo el primer taller sobre degradación: Elementos para la definición, métodos y herramientas, en Tegucigalpa, Honduras con apoyo de la Secretaria de Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas, MiAmbiente. Este taller se enfocó en las herramientas y métodos para estimar la degradación forestal y las experiencias y lecciones aprendidas en el uso de éstas. Además, sirvió como espacio para compartir criterios y elementos básicos para construir una definición de degradación forestal aplicable a REDD+ en los países, tomando como principal insumo las orientaciones del IPCC y las experiencias de los países que ya cuentan con una definición oficial de degradación forestal.
Amilcar López Melara, técnico del área de recursos forestales y coordinador del inventario forestal de El Salvador destacó algunos de los elementos compartidos durante las presentaciones que son relevantes para avanzar en la definición de degradación en su país entre los que mencionó: la importancia de seleccionar sensores remotos, generación de una metodología para definir los agentes relevantes en degradación y la participación del personal técnico forestal y en sensores remotos en la definición con el fin de crear un concepto robusto.
Durante el taller participó el personal técnico a cargo del Sistema de Monitoreo de Bosques de siete países de la región, quienes analizaron los elementos técnicos relacionados a la degradación forestal en el contexto de REDD+, construyeron árboles de decisión, propusieron definiciones preliminares y rutas de trabajo para construir definiciones de degradación forestal para sus países. En conjunto, estos productos tangibles del taller vienen a reforzar elementos clave en la construcción y puesta en marcha de las Estrategias Nacionales REDD+. Michelle Catalán, funcionaria del Instituto Nacional de Bosques (Guatemala), encontró en el taller muchas posibilidades de hacer sinergias entre los países de Centroamérica y aprender de las experiencias de aquellos que han avanzado en la aplicación de enfoques metodológicos para identificar y cuantificar la degradación forestal.
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