Por: Eva Muller
Directora del Departamento Forestal de la FAO
Los bosques contribuyen al bienestar humano: desempeñan una función fundamental en la lucha contra la pobreza rural, el logro de la seguridad alimentaria, en los medios de subsistencia y el desarrollo económico, pues proveen servicios ambientales de primordial importancia: aire y agua limpios, bienes maderables, conservación de la biodiversidad y la mitigación de los efectos del cambio climático.
Es por ello que comprender cuál es su situación actual y qué tendencias están marcando el sector resulta necesario para realizar un manejo sostenible de los bosques, en beneficio de las generaciones presentes y futuras.
Desde 1948 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha monitoreado los bosques del mundo, trabajando con los países y otras organizaciones internacionales para garantizar una alta calidad de datos e informaciones y mejorar los procesos establecidos. En 2018, la Evaluación de Recursos Forestales Mundiales cumple 70 años de generar información confiable sobre el estado de los bosques para una gestión sostenible de los recursos.
Hoy en día los bosques se enfrentan a grandes retos: el cambio climático y la presión del cambio de uso de suelo para la urbanización e incrementar la producción de alimentos para la cada vez más creciente población mundial, sin dejar de lado la alarmante pérdida de biodiversidad y sus nefastas consecuencias que tendrá en la resiliencia de los ecosistemas, pero principalmente en los seres humanos.
A la luz de los nuevos retos, la Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales resulta también estratégica ya que es una herramienta que permite a los países dar seguimiento al cumplimiento del Objetivo 15 de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible (ODS): vida de ecosistemas terrestres. Será la primera vez que se realiza esta evaluación bajo los compromisos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París contra el cambio climático.
La FAO inicia en marzo el proceso para realizar la Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2020. Este proceso comienza en México con una ceremonia de lanzamiento global y la realización de un taller de corresponsales nacionales, que se realiza en Toluca, con la presencia de autoridades de alto nivel de la FAO y México.
La columna vertebral de la evaluación de los recursos forestales mundiales son los datos, la información y el conocimiento proporcionados por los países a través de la red de corresponsales nacionales nominados por sus Gobiernos.
Las actividades de teledetección, realizadas por FAO, en colaboración con contrapartes nacionales y socios regionales e internacionales, ayudan a los países a mejorar sus datos y también producen estimaciones regionales y mundiales independientes sobre el área de bosque y el cambio de área, que complementarán los datos recopilados a través del proceso de presentación de informes nacionales.
Es por ello que la reunión que se realizó en México es de suma importancia, pues en ella los expertos nacionales se capacitarán para desarrollar la metodología que FAO dispone para realizar la Evaluación.
Así también, en este taller la FAO presentó una nueva plataforma para que los países compartan los avances y alimenten las bases de datos de la Evaluación 2020, lo que representará un avance para mejorar los procesos de gestión de este estudio quinquenal.
Los resultados que se desprendan de la Evaluación de Recursos Forestales Mundiales llegarán faltando 10 años para el 2030 y supondrán una última llamada para que las naciones afinen sus políticas públicas para promover la gestión sostenible de los bosques, poner fin a la deforestación, recuperar los bosques degradados e incrementar la forestación y reforestación a nivel mundial y cumplir así con la Agenda de Desarrollo Sostenible.
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